jueves, 17 de enero de 2008

Vivimos, buscamos y...

Que la muerte es inevitable no es algo nuevo. Es una promesa que se nos hace en el momento de nacer.
Pero antes de que esa promesa se cumpla, todos esperamos que ocurra algo que llene nuestras vidas.
Todos buscamos a alguien. Esa persona especial que pueda aportarnos lo que nos falta en la vida. Alguien que pueda ofrecernos compañía, ayuda, comprensión, pasión, seguridad…
Y, a veces, si buscamos fervientemente, podemos encontrar a alguien que nos ofrezca, no solo parte de lo que buscamos, si no todo.
A menudo esto no ocurre y al no encontrar lo que buscamos nos sentimos vacíos y defraudados.
Necesitamos un sentido en nuestra vida, ya sea la emoción de un amor, la alegría de formar una familia (o la precaución de no terminar nuestros días solos, según se mire), solventar la angustia de alguna perdida o carencia…entre muchas otras pasiones.
Todos esperamos vivir algo que de sentido a nuestra vida pero…¿Podría ser que no todas las vidas tuviesen un sentido?
Algunas personas pasan su vida en un “sofá” esperando que les ocurra algo antes de que sea demasiado tarde.
Mi opinión es que hay que buscar aun a riesgo de hallar el vació aunque hay una frase que aplasta toda teoría…
“La vida es lo que te va pasando, mientras tu te empeñas en planificarla.”
Pues bien…¡esta es tu vida!
Si, y me niego a dejar que esta siga su curso sin oponer al menos algo de resistencia.
Y tu…¿te dejaras llevar por ella?

Soledad.


“Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del que cae estando solo, pues no habrá quién lo levante! Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir”